PERDERTE FUE GANAR
¿Sabes? Me vas a perder.
Me vas a perder, sí, tú tan convincente, tan semejante, tan sujeto, tan predicado, serás mi pasado.
Me vas a perder mientras deseas los pétalos de otras bocas
y deshojas margaritas, mientras alargas mi espera.
Me vas a perder porque quiero ser tu rosa predilecta del harén de tu jardín. No dejes que sea una espina perpetua.
Me vas a perder, porque no seré la seda donde airees las lágrimas de tus pesares.
Me vas a perder porque la soledad se está volviendo mi amiga, me grita sombra de pena, silencio de olvido.
Me vas a perder porque mis días ya no tienen cielo, no ven palomas en vuelo, guardan miedo.
Me vas a perder porque me cansé de tus rezos. Colgaré mi hábito del amor y abandonaré tu convento.
Me vas a perder, porque te dejé utilizar mi tierra y cultivar la semilla de la pasión, pero no seré la flor que acepte un cheque blanco.
Me vas a perder porque día a día deambulas por varios caminos, siempre sin sendero, siempre sin destino.
Me vas a perder porque mis noches pasean duermevela, mis quinqués se quedaron sin luz. Apagaste mi mecha.
Me vas a perder porque me diste tu amor disfrazado de hoja afilada.
Me vas a perder porque me dijeron que no eras para mí. Sus voces solo las escuchó el viento, ellas tornaron se han vuelto mi banda sonora, mi tango predilecto.
Me vas a perder porque me volveré tiempo y no te esperaré.
Me vas a perder porque el puñal de tus mentiras hoy esta sangrando, me está cortando el hilo de mi vida.
Me vas a perder porque te dedicaste a verme sin mirarme, a volar en tu galaxia y yo inmersa en mi universo, tú.
Me perdiste. Llegó la calima, embadurnó mi memoria, el barro escondió mis sentimientos y descubrí un oasis llamado, quiérete, nadie lo hará por ti.
©Susana Fraile.