TU CRISTAL

Mímame,                                                             
no por carencia,
sino porque quiero
que me mimes tú.
Simulo ser fuerte,
pero tengo días
en los que deseo ser mimada, consentida
y abrazada.

Compréndeme cuando nadie lo pretenda.
Regálame días del tiempo que no tienes.
Recuérdame cada noche, cuando lleguen a tus desvelos estos soplos de pasión que corren por mi guitarra escultural.
Otórgale mesura a mi desconcierto.

Colma mi mente con letras que acaricien mi alma
y erizame la piel con tu contemplación,
enamórate cada día de mí, cuando me visualices
sin maquillaje, sin tacones
y en pijama.

Admira mis estigmas,
mi lado travieso, osado, atrevido, juguetón.
Aguanta mis celos, que solo son una manifestación
del amor que te profeso.

Préndate del medio siglo, que forma mi vida.
Fíjate en el pudor que provocas en mis pómulos,
en mi pelo alborotado por las mañanas
y de la manía que tengo de protegerte.

Si un día te fastidian mis comportamientos de niña, abalánzate sobre mí, pero que sea para no dejar un centímetro de mi piel sin rozar,
prometo que improvisaré cómo hacerte feliz.

Vélame, porque soy tu cristal, no vaya a ser que, por tu escondida delicadeza,
me rompa.

No me digas protégete, hazlo tú,
que es a ti a quien he elegido para ser mi protector.

©️Susana Fraile
«Lloro la tinta que pintan las palabras de mi alma «

Comparte

Relacionados